Los autobuses son accesibles para la mayoría de la gente porque tienen tarifas relativamente bajas en comparación con otros medios de transporte, como los taxis o los coches particulares. Además, suelen ofrecer descuentos a estudiantes, pensionistas y personas con discapacidad..

El uso de autobuses puede reducir considerablemente los costes de transporte, sobre todo en las grandes ciudades, donde mantener un coche privado puede resultar caro debido a los elevados costes de combustible, aparcamiento y mantenimiento..

Los autobuses, especialmente los modelos eléctricos o híbridos modernos, contribuyen a reducir las emisiones. Esto es importante para mejorar la situación medioambiental de las ciudades y luchar contra el cambio climático..

Los autobuses fomentan la interacción social y la cohesión de la comunidad, ya que ofrecen oportunidades para que la gente se reúna y socialice mientras viaja..

El transporte público, incluidos los autobuses, ayuda a reducir el número de coches privados en las carreteras, lo que contribuye a reducir la congestión y mejorar la situación del tráfico..

El funcionamiento eficaz del transporte en autobús requiere una infraestructura bien desarrollada que incluya paradas, terminales y carriles exclusivos para autobuses. Las rutas de autobús suelen planificarse cuidadosamente para cubrir el mayor número posible de zonas de la ciudad y ofrecer conexiones cómodas con otros modos de transporte público..

Los autobuses modernos están equipados para garantizar la comodidad de los pasajeros, con asientos cómodos, aire acondicionado, pantallas de información y Wi-Fi. La seguridad también es un aspecto importante, que se garantiza mediante un mantenimiento regular y el cumplimiento de las normas de tráfico..

Los autobuses suelen estar integrados con otras formas de transporte público, como el metro, los tranvías y los trenes de cercanías, lo que facilita los transbordos y los desplazamientos por la ciudad..